L´Affaire Dreyfus, historia de una injusticia

En septiembre de 1894, el servicio de contraespionaje francés rescató de la papelera del embajador alemán en París, una nota manuscrita anónima sobre papel cebolla sin firma ni fecha conocida como El bordereau, su contenido anunciaba el envío de información militar confidencial sobre el nuevo material de artillería francés y podía poner en riesgo la seguridad del país.

 

 

 

El capitán de artillería francés Alfred Dreyfus de origen alsaciano y judío fue sospechoso de espionaje, tras un Consejo de Guerra injusto, lleno de irregularidades, pruebas falsas, periciales caligráficas poco consistentes y controvertidas, fue condenado por alta traición y degradado públicamente en un acto humillante en el patio de la Escuela Militar de París. Sentenciado a cadena perpetua y al destierro en una prisión de la Isla del Diablo en la Guayana Francesa..

 

 

La familia Dreyfus con el apoyo de intelectuales y otras personalidades, lograron descubrir la verdad y al auténtico traidor, pero Francia con una profunda ideología antisemita dirigida por un gobierno conservador, un ejército nacionalista y la iglesia católica se mantuvo firme y su orgullo no quiso reconocer los errores y la injusticia recaída al capitán Dreyfus.

 

 

 

El resultado fue un país dividido en dos bandos con revueltas y violentos enfrentamientos entre la población y adquirió una dimensión internacional; por un lado, los antisemitas o antidreyfusistas y por otro, los dreyfusistas comandados por grupos liberales y progresistas, intelectuales, republicanos y anticlericales.

 

 

La publicación del J´Acusse de Émile Zola en la portada del periódico L´Aurore, en forma de carta abierta al presidente de la República donde acusa al gobierno, a los altos mandos del ejército y a los peritos inexpertos de haber condenado a un inocente y absuelto a un culpable a sabiendas de esta injusticia, supuso el mayor escándalo de la historia de la prensa y acabó con un juicio penal y la condena a Zola por difamación quien tuvo que huir del país.

 

 

El mundo fue testigo de este conflicto que desencadenó ruptura en la población francesa con graves disturbios (propios de una novela de intriga), con traiciones, dimisiones políticas y militares, destituciones, acusaciones públicas, asesinatos, juicios penales, consejos de guerra, duelos, desafíos y otros elementos en los que afloró el verdadero trasfondo de la derecha radical y antisemita existente en Francia y en toda Europa. Finalmente, el 21 de julio de 1906 es rehabilitado con el grado de comandante y se le entrega la Orden Nacional de la Legión de Honor.

 

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